Los olmecas consideraban inclusive a todo lo que los rodeaba cómo seres vivos desde cuevas, barrancas, manatiales, árboles y montañas, estas estaban llenas de espíritus importantes para los olmecas.
Las montañas para los olmecas son el vínculo entre el cielo con la tierra y el inframundo y también eran el lugar donde están los ancestros y los espíritus de la tierra, la lluvia y el inframundo.
Como el jaguar era un depredador nativo en el área, las figuras de jaguar pueden representar visualmente un mito olmeca acerca de la interacción del jaguar o del espíritu jaguar con los seres humanos. "En este mito, se dice que un jaguar copuló con una hembra humana y así dio nacimiento a estos "hombres-jaguar", representados como niños jóvenes y adultos masculinos."
La imagen del jaguar es penetrante en los jeroglifos más recientes de los mayas y la palabra Baläm (la "a" con diéresis se pronuncia como una letra "u" alargando los labios), jaguar, es un elemento principal en los nombres de héroes míticos y de algunos reyes mayas. En la mitología maya, se creía que los Bacabob eran dioses jaguares.